Según los datos de la Sociedad Americana de Medicina Reproductiva, en Estados Unidos un 11% de la población en edad reproductiva es infértil. Es decir, un total de 6,7 millones de personas son incapaces de conseguir un embarazo. En España el porcentaje es mayor y aproximadamente un 17% de las parejas en edad reproductiva son incapaces de concebir. Con estos datos, es comprensible que la infertilidad suponga una de las principales preocupaciones para aquellas parejas interesadas en concebir a su primer bebé, además de un problema real para muchas de ellas.
Según la Organización Mundial de la Salud, la infertilidad es la incapacidad de conseguir el embarazo tras un año o más de relaciones sexuales constantes sin utilización de ningún tipo de anticonceptivo. La infertilidad puede explicarse en aproximadamente un 80- 85% de los casos por diferentes motivos, como problemas del sistema inmunitario o enfermedades genéticas. Sin embargo, se desconoce la causa directa de casi un 20% de los casos de infertilidad.
Un nuevo estudio publicado en la revista PLOS Biology ha identificado un mecanismo que podría ser clave en algunos casos de infertilidad que hasta ahora se habían considerado idiopáticos, es decir, “de causa desconocida”. Según este estudio, liderado por el Dr. Hugh Taylor, de la Universidad de Yale, al producirse la fecundación de un óvulo, algunas de las células madre de la médula ósea migran a través de la sangre hasta el útero para colaborar con la implantación del embrión.
La médula ósea es un tejido que se encuentra en el interior de algunos huesos, como, por ejemplo, el esternón. Este tejido es rico en células madre pluripotentes, que pueden dar lugar a muchos otros tipos celulares, como los eritrocitos (glóbulos rojos) o los leucocitos (glóbulos blancos). El equipo del Dr. Taylor ha demostrado que la médula ósea está implicada, además, en dos procesos clave para la reproducción: la implantación del embrión y el mantenimiento del embarazo.
Estudios anteriores ya consiguieron determinar que, aunque en pequeña proporción, algunas células provenientes de la médula ósea migran a través de los vasos sanguíneos al tejido uterino y forman parte de él. Sin embargo, hasta ahora no se conocía su relevancia en el mantenimiento del embarazo.
En este nuevo estudio, el equipo del Dr. Taylor utilizó ratones hembra con mutaciones en el gen Hoxa11. Las mutaciones en este gen están relacionadas con defectos en el endometrio, una capa uterina indispensable para la implantación del embrión, y hacen que los ratones afectados no puedan comenzar o mantener un embarazo. Este gen también se expresa algunas de las células madre pluripotentes de la médula ósea.
Para comprobar la influencia de las células madre de la médula ósea en el mantenimiento del embarazo, los autores trasplantan médula ósea de ratones no mutantes para el gen Hoxa11 en ratones mutantes para este gen, incapaces de concebir. El equipo de investigadores observó una recuperación del estado del endometrio y una mejora en la fertilidad de los ratones mutantes tras el trasplante, asociado a la migración de las células madre de la médula ósea. En el caso de ratones hembra heterocigotos para la mutación en Hoxa11, la recuperación endometrial propició el mantenimiento del embarazo.
Los autores destacan la importancia de que la médula ósea sea considerada un factor crítico en la reproducción humana y consideran que este nuevo estudio abre las puertas al desarrollo de nuevos tratamientos para aquellos casos de infertilidad que, hasta ahora, habían sido idiopáticos e intratables.
Fuente: Bone marrow may be the missing piece of the fertility puzzle.
Link:https://news.yale.edu/2019/09/12/bone-marrow-may-be-missing-piece-fertility-puzzle
Referencia: Tal R, et al. Adult bone marrow progenitors become decidual cells and contribute to embryo implantation and pregnancy. PloS Bio. 2019. Doi: https://doi.org/10.1371/journal.pbio.3000421
Fecha: 11-11-2019