Ahora que muchas Comunidades Autónomas avanzan en el proceso de desescalada, después de dos meses de confinamiento, es común que muchos padres tengan dudas en relación a las medidas de seguridad que deben mantener en la calle. ¿Qué ocurre con el uso de la mascarilla cuando vamos a practicar ejercicio al aire libre con el niño?
A medida que se va avanzando en el proceso de la desescalada después de que hayamos pasado cerca de dos meses confinados tras el comienzo del Estado de Alarma el pasado 14 de marzo, como consecuencia del brote de coronavirus que finalmente llegó a nuestro país -se cree- a mediados de febrero, y especialmente ahora que la mayoría de Comunidades Autónomas se encuentran en Fase 1 (lo que permite realizar muchas más actividades al aire libre, en especial con los más pequeños de la casa), es común que nos surjan dudas, sobre todo en lo relacionado a las medidas de protección, seguridad e higiene.
El distanciamiento social a al menos 2 metros, lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón (o usar un desinfectante de manos con alcohol), así como el uso de mascarillas han pasado a convertirse en hábitos propios de nuestro día a día. Y, a menos que se encuentre una vacuna o los especialistas médicos den con un tratamiento médico eficaz para reducir o evitar la mayoría de las complicaciones causadas por el COVID-19 (la enfermedad causada por el nuevo coronavirus), parece que estas medidas se mantendrán durante bastante tiempo.
De hecho, en el día de ayer conocíamos que el uso de la mascarilla será obligatorio tanto en espacios cerrados como en la calle, cuando no sea posible garantizar la distancia recomendada de seguridad. En este sentido, se ha sabido que Sanidad publicará, en los próximos días, una orden para regular su utilización, que como probablemente sepas, es ya preceptiva en el transporte público.
Particularmente entre quienes tenemos niños en casa, es común que todo ello nos asuste y nos ocasione ciertas dudas, sobre todo a la hora de intentar hacerlo todo debida y correctamente. Lo que puede llevarnos a hacernos la siguiente pregunta: ¿es seguro para mi familia hacer ejercicio físico con mascarillas?
Como indican muchos especialistas, utilizar una mascarilla facial mientras hacemos ejercicio físico al aire libre ayuda a prevenir -y por tanto evitar- la propagación del COVID-19. Pero también, es cierto, podría provocar ciertas dificultades a la hora de respirar con normalidad. ¿Qué debemos saber? Y, sobre todo, ¿qué debemos hacer al respecto?
Mientras precisamente nos encontramos a la espera de que Sanidad indique en una orden en qué circunstancias será obligatorio el uso de mascarillas, la mayoría de expertos indican que no es necesario utilizar una mascarilla si se practica el distanciamiento social adecuado. Esto significa mantenerse a al menos 2 metros de distancia de los demás.
Debemos recordar que el nuevo coronavirus, al igual que muchos otros virus, se propaga con cierta facilidad a través de gotas respiratorias, que pueden viajar hasta los 2 metros de distancia. De ahí que romper estas pautas, no cumpliendo con el distanciamiento social recomendado, puede ponernos en riesgo tanto a nosotros como a otras personas.
Pero, ¿qué ocurre cuando nosotros, o nuestros hijos, corremos, caminamos o montamos en bicicleta en un lugar donde no es del todo posible garantizar el adecuado distanciamiento social? En estos casos sí es recomendable utilizar una mascarilla. Se calcula que los portadores asintomáticos y pre-sintomáticos de COVID-19, que representarían entre el 20 y el 36 por ciento de los casos, podrían transmitir la enfermedad a otras personas al hacer ejercicio al aire libre sin cubrirse la cara.
De acuerdo a los expertos, una persona infectada y asintomática, cuando hace ejercicio físico, está respirando con cierta dificultad, pudiendo estar exhalando hasta 2 millones de partículas virales. En este sentido, los estudios que se han llevado a cabo hasta el momento han demostrado que este virus podría ser capaz de infectar a alguien con tan solo mil partículas de virus, lo que pone de relieve la importancia del distanciamiento social.
Eso sí, es necesario tener en cuenta que el uso de mascarillas durante la práctica de ejercicio físico conlleva cierto riesgo, dado que cubrirse la cara mientras lo practicamos restringe el flujo normal y adecuado de aire.
¿Cuáles son los riesgos de utilizar mascarilla durante el ejercicio?
El ejercicio es clave a la hora de mantener una buena salud. Y lo es aún más ahora, cuando hemos estado alrededor de dos meses confinados en casa sin poder salir al aire libre a practicar ningún tipo de actividad física, salvo salir a llevar a cabo actividades esenciales. Sin embargo, añadir una mascarilla podría acabar presentando una serie de problemas de seguridad.
Por un lado, cubrirse la cara podría restringir el flujo de aire. La tolerancia a la mascarilla es un problema mayor de lo que muchas personas piensan, especialmente para aquellas que tienen una función pulmonar reducida. El esfuerzo físico causaría dificultad para respirar, sobre todo cuando se utilice mascarilla.
Por otro lado, las mascarillas se mojan y humedecen cuando las usamos. Y esto aumenta aún más la incomodidad, al desencadenar tanto secreciones nasales como un mayor sudor, lo que molestará aún más a los niños pequeños. A ello se le une que las mascarillas húmedas pueden ser menos efectivas que las mascarillas secas a la hora de reducir la transmisión del COVID-19 en el aire.
Niña haciendo ejercicio físico con mascarilla facial
Y no son los únicos problemas: utilizar una mascarilla puede hacer que las personas se cansen más rápido de lo normal, al restringir el flujo de aire dentro y fuera de la boca y la nariz, creando una situación poco recomendada en la que el intercambio de oxígeno y dióxido de carbono se ve especialmente comprometido.
Es necesario tener en cuenta que, cuando practicamos cualquier tipo de actividad física, los niveles de dióxido de carbono de nuestro cuerpo aumentan, lo que ocasiona una respiración más rápida y un aumento de la frecuencia cardíaca. La mascarilla podría atrapar algo de este dióxido de carbono. Si bien es cierto que los niveles son aún demasiado bajos como para causar un envenenamiento, sí podrían provocar fatiga.
Los niños pequeños no son tan conscientes de sus funciones corporales como lo son los mayores o los adultos, de manera que no son del todo capaces de darse cuenta de que la dificultad para respirar tiene una relación especial con la existencia de una función respiratoria reducida. Por ello, podrían seguir practicando ejercicio a pesar de estas señales físicas, lo que conlleve posiblemente consecuencias negativas.
Por tanto, es fundamental tratar de buscar una zona para hacer ejercicio en la que se pueda garantizar esa distancia de seguridad. Además, al hacer ejercicio con mascarilla debemos ser más prudentes, observar y vigilar nuestro cuerpo y reducir el esfuerzo o la intensidad del ejercicio.
¿Cómo hacer ejercicio físico de forma segura si utilizamos mascarilla? ¿Y en el caso de los niños?
Como opinan muchos expertos, incluso durante la pandemia (y en especial durante el confinamiento), la práctica de ejercicio físico es fundamental. Existen muchos tipos de ejercicio, por lo que es sumamente interesante encontrar aquel que podamos llevar a cabo de una forma socialmente distanciada. Cuanta menos exposición social, mucho mejor.
Pero quienes vivimos en una ciudad llena de gente es posible necesitar hacer ejercicio físico con una mascarilla cuando nos encontramos al aire libre. Para evitar posibles complicaciones negativas, es muy útil seguir los consejos que te proponemos a continuación:
- Consulta con el médico. Si tu o tu hijo tienen alguna afección o enfermedad subyacente (como asma, vías respiratorias reactivas, enfermedad cardíaca, etc.), es fundamental primero consultar con tu médico para aclarar si la utilización de la mascarilla, sobre todo si vas a hacer ejercicio físico, es o no recomendado.
- Mantente vigilante. Puesto que, como hemos visto, una mascarilla puede acabar restringiendo el flujo normal de aire, es recomendable establecer unas expectativas mucho más bajas, controlando tanto la respiración como la frecuencia cardíaca. En el caso de los niños, es fundamental que lo entiendan antes de hacer ejercicio al aire libre.
- Evita tocarte la cara. Antes de colocarnos la mascarilla en la cara, es fundamental habernos lavado las manos correctamente con agua y jabón (o usar un poco de desinfectante). Luego, al colocárnosla, debemos asegurarnos de que no afecte a la visión. Es recomendable llevarse un paño limpio o un pañuelo con el que limpiarnos el sudor, y llevar también desinfectante de manos si nos tocamos la cara.
- Para si lo necesitas. Hay que tener cuidado a la hora de realizar un esfuerzo físico extremo cuando llevamos mascarilla. Si sientes que necesitas más aire, es fundamental hacer una pausa y beber un poco de agua. En caso de ser posible hacerlo, quitarse la mascarilla -siempre que lo hagas correctamente- puede ser útil; eso sí, asegúrate de no tocar el exterior de la mascarilla, y no tocarte la cara con las manos sucias (sin haberlas desinfectado antes).
Fecha: 19/05/2020